domingo, 25 de octubre de 2020

Aniversario del nacimiento de Miguel Delibes

 

En estos días de homenajes a la figura de Miguel Delibes, hemos querido destacar su aportación a la lengua española con el rescate de palabras del terruño. Su hijo, Miguel Delibes de Castro, nos recuerda esta faceta del escritor


Para mi padre, como para otros hombres pegados al suelo, las cosas son, simplemente, como las gentes las llaman. Su escuela de naturaleza fueron los campos cercanos y los hombres que vivían en y de ellos, no los libros.

Apenas le preocupaban, reitero, los nombres oficiales de animales y plantas, y menos aún los nombres técnicos. Le fascinaban, en cambio, las nuevas denominaciones que oía en Castilla. Un día Emiliano, el guarda de Villanueva de Duero, llamó quincetas a las avefrías, algo que nunca habíamos oído. Ya en casa, mi padre acudió presuroso al diccionario y no encontró quinceta, pero sí: «Quincineta: Avefría». Con una gran sonrisa me lo mostró diciendo: «Este Emiliano es un sabio». Años después, como saben, intentó ilustrar a la misma Real Academia incorporando al diccionario muchos otros nombres de aves. Con el tiempo sumó a su lista muchos términos, como baribañuela para el alimoche, o torda pedresa para el zorzal, denominaciones de esas especies en Sedano. Con ellas sorprendía a sus interlocutores.

                                                                              Miguel Delibes de Castro

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