Eduardo Mendoza recibe el Premio Cervantes
En su discurso, Eduardo Mendoza habló de sus años de colegio, de sus clases de Literatura, de Cervantes y del Quijote:
"El colegio donde se encontraba esta clase era un edificio vetusto, de ladrillo oscuro, frío en invierno, en una Barcelona muy distinta de la que es hoy. Por las ventanas se veían las cuatro torres de la Sagrada Familia tal como las dejó Gaudí, negras de hollín y felizmente dejadas de la mano de Dios. En la clase de Literatura nos enseñaban algunas cosas que luego no me han servido de mucho, pero que me gustó aprender y me gusta recordar. Por ejemplo, la diferencia entre sinécdoque, metonimia y epanadiplosis. O que un soneto es una composición de catorce versos a la que siempre le sobran diez."
...
"Y allí, contra aquel
fiero rebaño compuesto por treinta adolescentes sin chicas que era la clase del
Hermano Anselmo, arremetió lanza en ristre don Alonso Quijano el Bueno
La verdad es que don Quijote y Sancho no fueron
bien recibidos. Nuestra imaginación literaria se nutría de El Coyote y
Hazañas Bélicas y las sesiones dobles del cine de barrio pero el Siglo de Oro, francamente, no."
...
"Pero entonces no se iba a
la escuela a jugar, sino a estudiar y a obedecer. Tampoco nos apetecía aprender
de memoria los afluentes del Ebro. Y con el mismo entusiasmo emprendimos la
lectura de lo que parecía ser una tortura dividida en dos partes. Como es de
suponer de inmediato y casi contra mi voluntad me rendí a su encanto."
...
"La lectura del
Quijote fue un bálsamo y una revelación. De Cervantes aprendí que se podía cualquier
cosa: relatar una acción, plantear una situación, describir un paisaje,
transcribir un diálogo, intercalar un discurso o hacer un comentario, sin
forzar la prosa, con claridad, sencillez, musicalidad y elegancia"
...
Discurso completo en:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si quieres opinar sobre esta actividad, envíanos un comentario
(los comentarios serán moderados antes de ser publicados).